¿es mía?

El camino que siguen mis pasos es el que dejas a tu espalda.
Las sombras crecen a mi lado, la luz se va; ¡qué valle tan oscuro!
Cuando pasan tantas horas (¡tantas horas!) siento tu ausencia como un hueco en el estómago.
En tu casa hace frío, incluso con la estufa a todo gas.
En tu casa se está bien, a pesar de todo.
Pasan las horas, yo leo palabras prohibidas y tú...
La bebé (ahora) está dormida.
La bebé (ahora) está despierta.
A ratos me pregunto qué hago aquí.
Estas palabras me obsesionan: ¿Es mía esta vida?
Navego lentamente y me aburro lentamente.
Todo está por hacer, pero hoy llegas tarde: aún hay tiempo.
Hay demasiados ahoras en cada minuto.
Ahora llora, ahora calla, ahora grita.
Ahora voy a ver a tu hija. Tú no estás.
El día es tan gris como mi ánimo. No, es mentira; estoy contenta. Pero también estoy gris.
Y eso.

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